
Padres reportan condiciones deplorables y falta de supervisión en el cuidado de los niños
La Paz, California.- La guardería «Mundo Rey II», ubicada en el fraccionamiento Bellavista de La Paz, enfrenta dos denuncias por maltrato infantil en contra de los menores que son recibidos en sus instalaciones. Según los reportes, 26 niños viven en condiciones deplorables y son ignorados por el personal de la guardería durante la mayor parte del día.
A través de un video difundido, se evidencia cómo los niños son dejados a su suerte en un pequeño cuarto, acostados uno sobre otro en colchonetas. Algunos de ellos, incluso, tienen que beber agua del lavabo del baño cuando tienen sed. La falta de supervisión pone a los niños en riesgo de sufrir accidentes o incidentes que podrían tener graves consecuencias.

Según los testimonios, los niños más pequeños son confinados en sillas tipo «periqueras» en una reducida habitación durante toda la mañana y tarde. Incluso, cuando les vence el sueño, no tienen la opción de dormir adecuadamente. Los niños mayores conviven en un entorno donde se presentan empujones, manotazos, jalones de pelo y patadas, ya que no hay una autoridad que ejerza control sobre el grupo de menores que se supone están bajo el cuidado de las trabajadoras del lugar.
Uno de los casos más alarmantes ocurrió el 9 de marzo, cuando la hija de Alberto Reyes Galicia fue entregada en la puerta de la guardería con quemaduras en ambos pómulos y golpes en distintas partes del cuerpo. A pesar de las exigencias del padre, el personal de la guardería no pudo darle explicaciones. Como resultado, el padre presentó una denuncia por agresión física a un menor de edad ante la Fiscalía General de la República (FGR) y retiró a su hija de 2 años del centro.
Dos meses y nueve días después de los incidentes, no se han mostrado avances ni soluciones por parte de las autoridades. La guardería continúa operando con normalidad, a pesar de que otra madre denunció a los directivos después de encontrar a su hija con una bola en la cabeza, raspones en la frente, moretones y mordidas en sus cachetes, así como lesiones en los brazos. La segunda madre afectada presentó una queja ante el Sistema de Desarrollo Integral para la Familia (DIF) por violencia física en agravio de su hija menor de edad. Sin embargo, ambas denuncias fueron transferidas a la Unidad de Delitos Contra la Familia de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), donde han permanecido estancadas.
El padre de la víctima ha dejado claro que continuará presionando a las autoridades para que se haga justicia en el caso y se castigue a los responsables de las agresiones físicas y psicológicas sufridas por su hija durante su estancia en la guardería.