
Luis Felipe «N», vigilante y amante del surf, fue hallado sin vida tras su desaparición el pasado 9 de mayo
La Paz, California.- Tras una intensa búsqueda, llena de esperanza pero también de angustia, se informó con profundo pesar que el cuerpo de Luis Felipe «N», de 32 años y originario de Guerrero Negro, ha sido encontrado sin vida. El joven fue visto por última vez el pasado 9 de mayo en la playa Santa María, generando una movilización masiva en busca de su paradero. La familia de Luis Felipe agradeció a todos aquellos que se unieron en la búsqueda y les brindaron su apoyo en este difícil momento.
Luis Felipe se desempeñaba como vigilante en la playa Santa María desde hace 6 años y era un apasionado del surf. Era reconocido por su honestidad, responsabilidad y confiabilidad, y disfrutaba de su trabajo, que le permitía combinar su amor por la naturaleza y las olas. Vivía cerca del faro en la localidad de Santa María, en la playa Costa Azufre del municipio de San Quintín, donde encontraba en su labor una especie de «vacaciones pagadas».
La noticia del fallecimiento de Luis Felipe ha impactado profundamente a su familia y a la comunidad local. Sus seres queridos agradecieron a todos aquellos que se sumaron a la búsqueda y dedicaron emotivas palabras para recordar a su amado hijo y hermano, quien perdió la vida mientras cumplía con su deber.
«La familia les agradece de todo corazón por sus oraciones y por unirse a la búsqueda de nuestro hijo, quien ha cumplido con su misión en la tierra. Siempre estará en nuestros corazones y nos sentimos muy orgullosos de él. Murió en el cumplimiento de su deber, dejando una gran lección de vida. Ahora surfeas las olas del cielo, libre como siempre fuiste. Te amamos por siempre, descansa en paz hermano», expresaron con profunda tristeza.
La comunidad local recuerda a Luis Felipe como una persona apreciada y respetada tanto en su trabajo como en su pasión por el surf. Sus allegados y seres queridos buscarán encontrar consuelo en los recuerdos de su espíritu libre y en el amor que siempre le profesaron. Este trágico desenlace es un recordatorio de los riesgos que pueden existir en la práctica de deportes acuáticos y el profundo impacto que deja en quienes lo rodean.