
LA DEA NO VIAJA A NUEVA YORK
Por Carlos González M.
En el juicio a Genaro García Luna en Nueva York hubo un personaje ausente: el gobierno de Estados Unidos y sus agencias de inteligencia.
El juicio al ex secretario de seguridad pública de Felipe Calderón se detuvo cuando ante el juez habían declarado apenas 25 de los 76 testigos registrados originalmente por la fiscalía, una decisión que sorprendió a muchos. ¿Por qué?
Si bien es cierto que la fiscal logró su objetivo y el jurado declaró culpable de narcotráfico a Genaro García Luna, a partir de los testimonios ofrecidos por solamente 25 del total de los testigos anunciados, es también cierto que la abrupta clausura del juicio solo podría explicarse por una razón: En los testimonios de los 25 testigos declarantes, en todos ellos, salieron a relucir los nombres de la DEA, CIA, FBI, Aduanas, Embajada de los Estados Unidos en México, «Rápido y furioso», etcétera, es decir, el juicio se frenó intencionalmente cuando los reflectores comenzaron a apuntar no solamente hacia el sur sino también hacia sus instituciones de espionaje internacional, verdaderas agencias criminales al servicio de la oligarquía de aquél país.
Debido a esta decisión política del gobierno de EU, en perjuicio de los mexicanos, no se podrá conocer a plenitud qué pasó en aquellos años aciagos de la historia de nuestro país porque el juez decidió proteger y dejar en las sombras, al margen de las investigaciones, a uno de los protagonistas principales de la denominada «Guerra contra las drogas», estrategia fallida de seguridad pública impuesta por ese país a los gobiernos del PAN, y que sólo fue el pretexto para intervenir en los asuntos internos de México.
Cuando en el juicio a García Luna comenzó a aparecer en el escenario cada vez más un personaje incómodo al que se le había asignado el mantenerse en la clandestinidad, cuando estaba por abrirse otra cloaca por la que seguramente iba a correr mucha podredumbre, el juicio concluyó, así nomás.
El mensaje de la «justicia» gringa es claro y está de moda ¿Verdad don Lorenzo Córdova?: «#LaDEAnoSeToca»