La PGJE dijo que la denuncia no procedía, porque los golpes no eran visibles

La Paz, California. El pasado domingo, 29 de enero, casi sobre la media noche, se presentó un incidente en la calle Olachea: Diana “N” conducía su auto, pero tuvo que detenerse, porque otro carro le impidió moverse. Ella explicó que los ocupantes del vehículo iban alcoholizados.

La mujer denunció los hechos a redes sociales, ella explica que iba camino a visitar a su madre, como acostumbra, en compañía de su hijo, cuando el auto le impidió el paso. El conductor que no le daba paso era José Carlos “N”. Ella indicó que solo tenía dos opciones o chocar o irse a un precipicio que da hacía la colonia Guadalupe Victoria.

“Él tenía la posibilidad de dar de reversa para que yo pudiera avanzar y el también, obviamente le pareció más fácil comenzar a insultarme con palabras como ‘pendeja, no sirves para nada, etc.’. Se bajó su compañero, quien se identificó como Sr. Molina, y abrió la puerta de mi carro dejándome desvalida y a mi suerte, comenzó a golpearme con puño cerrado en el brazo izquierdo y a insultarme”, detalló Diana.

Según su testimonio, José Carlos “N” se bajó de su auto y con una piedra la amenazó de muerte. La mujer, en su angustia, llamó a su madre para que escuchara lo que sucedía; madre y padre de la mujer llegaron y todo se complicó, pues los hombres los atacaron físicamente:

“Mi mamá venía hablándome por el altavoz del carro y al escuchar las amenazas, golpes y mis gritos se desesperó y se sintió mal de salud (ella es una persona que padece de diabetes e hipertensión), mi papá de 57 años de edad, escuchó los gritos de ella y salió corriendo a la calle a auxiliarme, al ver como entre dos hombres me estaban golpeando y pateando mi carro llegó a quitarlos, ellos procedieron a darle una golpiza muy fuerte entre los dos sin que pudiera defenderse, dejándolo muy golpeado del rostro”.

Por fortuna, los vecinos escucharon el ataque y llegaron a auxiliarlos. Quien se hacía llamar Sr. Molina se dio a la fuga, mientras que el conductor fue detenido por los vecinos. Posteriormente, ella y sus padres fueron ante la PGJE para levantar la denuncia correspondiente.

Lo que parecía la solución correcta no lo fue, porque las autoridades le dijeron que la denuncia no procedía “porque los golpes no podían verse a simple vista, ni tenía sangre”. Esto, indica, a pesar de que estuvo en riesgo su vida, la de su hijo y la de su padre. Al padre, si bien le tomaron la denuncia, solo pusieron que habían sido rasguños.

Además, se enteró de que el hombre detenido solo pasaría 12 horas encerrado y lo dejarían ir. En sus palabras, dos hombres peligrosos, y que atentaron incluso contra la vida de un bebé, están libres. Insistió en que el daño material al auto lo pasaba, pero el terror vivido no.

“Me siento muy asustada y triste, con muchísima impotencia, temo mi vida y por la de mis padres al quedar al acecho de estos monstruos y sus amenazas. El carro que aunque es daño material y no es lo importante quedó dañado por los golpes que recibió de ambos tipos.”

Término mencionando “Hoy fue yo, pero pudo haber sido tu hija, tu hermana, tu amiga o tu madre (…) ayúdame a viralizar la historia, porque ayer no pude ser escuchada”.