MÁS ALLÁ DEL DEBER, DEBE ENTENDER OMAR ZAVALA

Por: Armando León Lezama

Es bueno para un político decirle que va bien.

Pero es mejor, decirle verdades.

Dice la buena palabra, que debe empezar por decirlo a la propia persona sin testigos.

Luego, entre algunos presentes.

Y para que surja efecto por si acaso no le ha caído el veinte, decirlo a modo público.

Omar saltó a la política de alto vuelo local, al llegar a diputado en el poder legislativo del Estado de Baja California Sur.

Sobre la marcha, enderezó el camino y se unió al gran movimiento de regeneración nacional.

Que quede claro, el eje de tal movimiento es AMLO; pero el cambio se debe hacer entre muchos.

En lo que toca al abogado, hoy, subsecretario del gobierno, del primer izquierdista en ser gobernador constitucional, Victor Castro Cosío, debe reconocerse como pieza activa y de peso – no por la corpulencia física -, sí en ir mejorándo el cambio en sí mismo.

Cierto que para estar en un cargo de firmas, representaciones, mando y trabajo de escritorio, «cualquiera puede ser».

Más, usted, puede entregarse plenamente en el cambio, primero en usted, aprendiendo ser más auténtico en las filas de la izquierda mexicana.

Es abogado, tiene la formación para trascender en los tiempos por venir y en los años que el peje sea un recuerdo histórico.

Más, con lo que trae actualmente, le da para ser un miembro de gabinete gubernamental sexenal.

Si se transforma y rompe el esquema de que árbol viejo no se endereza, tendrá usted, no solamente empleo remunerado.

Podrá tener prestigio histórico.

Más allá de AMLO y del actual mandatario hacen falta Omar, Juan, Tomás…y muchos mexicanos, los más que sean necesarios.

Aún no se avanza ni en la cimentación de un cambio verdadero.

Es cuestión de renovación de actitudes y lograr sea por la vía cultural.

No como montaje o meramente en discurso.

Es un andar de décadas.

Por tanto ocupamos personajes ejemplo.

Ya que la palabra mueve y el ejemplo arrastra.

Va bien.

Pero puede transformarse en necesario, y en general de lucha.

Usted deside.

Se monta en la parte trasera del tren de la democracia participativa o se va preparando, con estudio y conexión con la población Sudcaliforniana, para ser líder de una lucha larga y difícil.

Ser mejor y ser ejemplo, es para ser maestro de las generaciones presentes, para hacer escuela que no deje en el intento la cuarta transformación en México.

Usted tiene su futuro en sus manos.