2021: SIN MOTIVO PARA REÍR A CARCAJADAS

Por: Armando León Lezama

• A horas para el segundo año, de la segunda década del siglo XXI, del calendario gregoriano, son las 4 de la mañana y la quietud de la ciudad empieza a despabilarse.

De hecho, La Paz, capital del Estado 30 de la república mexicana, dormita dos horas – 2 a 4 -.

Ráfagas de vientos moderados, soplan a las 5 de la mañana.

El cielo está nublado.

La reflexión causó insomnio.

Fue preferible, enfrentar el de pie, el amanecer del último día del año 2021.

Desde el cerro de la vaquilla, se escucha entre ruidos de motores de.vehículos que empiezan a circular, el canto de los gallos.

Que por cierto, no solo cantan antes del amanecer; sino muchas veces a lo largo de día y noche.

Los perros duermen. O se mantienen silenciosos.

También tienen sus ratos de ladridos.

La reflexión es que no hay motivos para reir a carcajadas; hay, no solamente luto mundial por la expansión de esa misteriosa ramificación del covid 19.

Se suman desaparecidos, accidentados, violentados…y toda la lista cotidiana de motivos para morir.

Además, que hay en el ambiente, incertidumbre para la mayoría y certidumbre para quienes vislumbran que algo muy en contra de las mayorías de la especie humana, está por pasar.

No es un asunto de profesías o por actos bárbaros de las comunidades humanas, avecindadas en ciudades, que ocurren todos los días.

No es por las ocurrencias de gobiernos que nos destierran de las playas en complicidad con la legalidad que las instituciones dan a los hechos de acaudalados empresarios.

O el desparpajo histórico de dar sentido privado al bien público, como lo es el hermoso ventanal que asoma a las aguas del mar berméjo, nombrado, El caímancito.

A las 5: 45, el ruido de camiones urbanos y unidades de menor capacidad para el transporte colectivo, se escuchan empezar sus rutas.

La perrada ya ladra por doquier.

El motivo de esa incertidumbre de muchos y certidumbre de pocos, es el cambio de orden mundial.

El ataque sanitario, movido por reflectores, muertes y estadísticas, nos lleva entender que un motivo superior, obliga a cambio de época: La revolución futurista.

Queda obsoleto lo actual.

Las ciencias del saber, en grupos, actúan bajo el sí señor a mandos maquiavélicos de gran poderío económico.

Su saber, todo lo transforma y lo hace extraordinario a ojos de lo ordinario.

El gran problema, qué hacer con tanta humanidad que puede y debe ser reemplazada por inteligencia artificial?

La realidad supera la ficción diría Carlos Fuentes o Gabriel García Márquez.
Así es.

Quizá, los actuales humanos, que habitan las ciudades del Estado de Baja California Sur, en gran mayoría, tendrían que pensar más y reflexionar más, sobre el qué será de las generaciones venideras, de esas mayorías que no tienen, ni pasaje, ni cabida en el nuevo orden mundial.

Por ello, bueno es, ser mas pensantes, más interrogantes, más curiosos de recorrer el telón que muestra un porvenir incierto.

Acaso, las mayorías deben ser como llevados por el flautista del cuento y solamente, ir pasándola?

Es bueno, ir manifestando también, razonamientos envueltos, con el simbolo de vida y amor: El corazón.

Por eso es posible que existan quienes coincidan en refkexionar, que no hay motivos para reir a carcajadas.

Algo se avecina y nuestros administradores de la cosa pública, van hechizados por conquistas inmerecidas.

Lo peor, de mucha improvización y manejo de viejas formas nada recomendables si se trata.de servir y no mandar por mandar.

Sea entonces, un fin de año como usted quiera.

Pero, no hay motivos en las grandes mayorías de humanos en nuestras ciudades, que tengan asegurado ni siquiera el sustento diario.

Esperando la salida del sol, escucho el ruido – canto de la grillada y veo el trajín de un ejército de hormigas urgando por doquier.