Por Víctor Octavio García
Se toparán con pared
Sí algo tienen que entender los diputados golpistas de Morena y PT, guste o no, es que la legalidad no se negocia, se aplica y se observa; cierto, la política es acuerdo, negociación, acercamiento, disenso y consenso, coincidencias y desacuerdos, la ley es otra cosa, tal como se lo expreso Carlos Mendoza a Ramiro Ruiz luego de que éste último buscará “negociar” el conflicto que mantiene en el interregno el quehacer legislativo.
Sí el diputado Ramiro Ruiz, como se dice coloquialmente, “pidió esquina” o “time” ofreciendo una salida “negociada” a un conflicto empantanado en la ilegalidad equivocó el camino, erró de destinatario al proponer acuerdos en lo oscurito y al margen de la ley, sí ellos como fracción generaron el estado de ilegalidad en el que se encuentra la actual legislatura haciendo caso omiso de los acuerdos emitidos por jueces federales y no solo eso, desacatando a los tribunales de alzada una y otra vez no les queda de otra más que asumir sus responsabilidades y atenerse a las consecuencias; ora sí como reza un principio general de derecho romano; Dura Lex, Sed Lex; la ley es dura, pero en la ley.
Son tal las violaciones infringidas a la ley reglamentaria del poder legislativo y al marco legal, luego entonces cómo es que buscan “negociar” cuando por su atropellado y terco proceder no solo se han perdido meses de trabajo legislativo sino que han frenado y detenido el avance del estado en innumerables renglones como ha quedado de manifiesto con el incierto destino de la desaladora de Cabo San Lucas e inversiones cabildeadas para La Paz; las interpretaciones en materia electoral y de posicionamientos políticos son desastrosos.
Lo que no está del todo claro es sí el acercamiento que buscó el diputado Ramiro Ruiz obedece a un sano y desinteresado propósito en destrabar el pasmado conflicto que se vive al interior del congreso o median intereses personales que obligaron al oficioso mandadero a pedir “esquina”, justo cuando la Suprema Corte de Justicia de la Nación está por dictar el fallo que los obligue a regresar a la legalidad, fallo que muy seguramente obrará en contra de los 13 diputados golpistas de Morena y PT; de la duda, duda queda decía Maquiavelo.
Peor tantito cuando utilizan como “negociador” o mandadero a un diputado con fama de mafioso, desleal, ladino, falso, sin palabra, traicionero, goloso, gandalla, insaciable de poder, no hacen más que evidenciar su falta de oficio político, seriedad y sobre todo confiabilidad en el entendido que Ramiro Ruiz no garantiza absolutamente nada por el contrario, su sola presencia revive las mayores sospechas.
Lo que ocurrió el pasado domingo 23 de agosto –hace cuatro días– cuando en una sesión virtual “extraordinaria” de congreso destituyen a 5 diputados y amonestan a 3 diputados más solo porque son “mayoría” sin reparar ni voltear pa’ los lados como los caguamos de que tal proceder no solo es ilegal, inadmisible, sino de risa y mofa. ¿Ó desde cuando acá las “mayorías” hacen lo que les pega su regalada gana violando leyes, derechos y pisoteando al que se les atreviese?; una vez más se atascaron y ahora no hayan como salir del lodazal ¡Linda cosa!
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