Por Juan Carlos Méndez Ramírez

Con la salud no se juega

El derecho a la salud no puede ni debe estar condicionado a los caprichos de nadie, aun si quien tiene la facultad de otorgarla es el gobernante o cualquiera que pueda ejercer presión para restringirla, ya que es un derecho fundamental de todo ser humano sin distinción de raza, religión, ideología política o condición económica o social, por eso los esfuerzos deben enfocarse a que todos tengan acceso a los servicios de salud que necesite, en todo momento y en cualquier lugar que los requiera. Sin tener que hacer frente a dificultades financieras, porque nadie debería morir solo porque sea pobre o porque no pueda acceder a los servicios de salud que necesite; y lo peor, que tenga que estar supeditado cuando no se pueden poner de acuerdo los órdenes de gobierno de una nación como la nuestra.

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