Por Víctor Octavio García
¡Qué tiempos aquellos!
* Un par de zapatos
Con afecto para mi buen amigo, Isidro Jordán Moyrón.

Me platicaba mi papá QEPD, que desde muy chico –8 o 9 años– aprendió el oficio de talabartero orillado por la necesidad, y le entró a la “chamba” del viejo oficio de los Collins; a los nueve años, con estudios apenas de tercer año de primaria –hasta allí llegó–, dos o tres veces por semana iba a Miraflores con don Valentín Collins (pariente de él) donde aprendió el oficio y comenzó a trabajar de talabartero hasta 1960, cuando dejó tiradas baquetas y fustes para irse de cantinero a hotel Punta Palmilla; duro oficio porque era mal pagado y con escasa demanda; durante muchos años le trabajó a Fabián Ojeda Meza, junto con mi tío Loreto “Loro” García, prácticamente por la del “perro” (comida); años atrás, en su niñez le tocó arriar ganado con mi bisabuelo que también la hacía de huertero en Santa Anita, y de vaquero arriando ganado de la sierra a Cabo San Lucas donde lo embarcaban para el “norte” (BC), al final terminó como yo siendo aprendiz de todo y oficial de nada.
Seguir leyendo «ABCdario» →