Por Juan Carlos Méndez
- Martín, un pésimo servidor público
- Oficinista con las manos sucias
“¿Echas de menos la sangre?”
“¡Cómo te importa tu pureza!, ¿Qué miedo tienes a ensuciarte las manos!”
Las manos sucias.
–Jean Paul Sartre
Si la credibilidad de un funcionario público radica en el cumplimiento y resultados de lo que predica, Martín González acaba de demostrar que no es un funcionario público, sino un “oficinista” mentiroso. Peor aún, el arterioesclerótico subalterno del DIF, revela que lo que “pasa por su mente” es el cucú de una influenza mitómana patológica moral.
Dispuesto a sabotear todo lo que pueda llevar al DIF a la normalidad universal de cumplir y hacer cumplir la etimología latina del griego hystemi: assistere, como uno de los instrumentos protectores de que se vale el Estado para remediar y proteger contra la indigencia y como medio para mejorar los niveles de bienestar social de ciertos sectores de la población, para posicionar lo que históricamente del concepto de “asistencia” nació en las mentes lúcidas de Luis Vives y del padre Mariana, desde la postrimería el México colonial, Martín González dio elementos para concluir que es un Director bastante malo, deficiente, incapaz, demagogo, desinformado, desinformador y malévolo.
Seguir leyendo «La Arenga» →