Por: Salvador Castro Iglesias

Correo electrónico: salcasis@yahoo.com.mx

Bien amigos, ahora resulta que a mis compañeros de Colectivo Pericú los amenazan y por supuesto de forma anónima como siempre pasa cuando alguien o algunas personas sienten que el fuego les llega a los aparejos o no les gustan que los agarren en la maroma, como coloquialmente se dice.

Lo preocupante de este penoso asunto, es que todos los días personas oscuras, han tratado de censurar, acallar, suprimir y demás, a los escritores, periodistas, columnistas y compañeros de los medios de comunicación, cuyo único crimen ha sido dar a conocer la verdad sobre los ilícitos cometidos por políticos, burócratas, funcionarios y supuestos funcionarios públicos que en forma deshonesta se sirven con la cuchara grande de los recursos públicos.

Como siempre y lo mas seguro, es que la denuncia no prospere, dado la enorme corrupción que existe en los Ministerios Públicos del Estado, en donde las denuncias o demandas, duermen el sueño de los justos, esperando que baje algún Angel vengador para esclarecer los hechos.

También es triste ver como existe poca solidaridad con los compañeros caídos en desgracia y los colegas hacemos como que no pasa nada y seguimos metidos en nuestros asuntos, hasta que nos ocurre lo mismo y entonces si clamamos justicia a los cuatro vientos.

Este caso de amenazas veladas o escrita, es algo muy preocupante, ya que es una mala señal dirigida no solo a los compañeros de Colectivo Pericú, si no que a mi buen ver, va hacia todos los que tratamos de informar a la comunidad Sudcaliforniana de los hechos y aconteceres diarios de nuestro Estado, sin cortapisas ni recato, solo los hechos tal y como los expone Colectivo en su sitio.

También es cierto que la Libertad de Expresión existe siempre y cuando no resulte molesta a algunas personas y no ponga en evidencia los malos manejos y trapacerías cometidas por ellos.

Debemos todos de recordar que los comunicadores, sin importar el medio en el que laboren, hacen su trabajo tratando de hacer efectiva precisamente esa libertad de expresión, que cada día pareciera diluirse mas y mas en l vorágine de estos tiempos.

Invito a todos mis compañeros a denunciar este tipo de amenazas que ponen en evidencia a pillos que escudados en el supuesto anonimato, agreden a los colegas en un intento vano y fútil de coartar el derecho a expresar libremente las ideas, hechos y aconteceres diarios.

Vaya para mis colegas Cuauhtemoc Morgan y su compañera Hermelinda Vargas, mi apoyo irrestricto y mi solidaridad, esperando que ahora sí nuestras flamantes Autoridades Locales, demuestren con hechos contundentes que están para proteger a los ciudadanos honestos.

Nos leemos mas adelante…