Por: Salvador Castro Iglesias

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Hoy recuerdo aquel libro escrito por Ernest Hemingway que fue publicado en 1940, y recuerda los horrores de la Guerra Civil Española.

¿Por quién doblan las campanas en este País?, quisiera que el tañido de las mismas, doblaran por el fallecimiento de grandes hombres y mujeres, que en su vida merecieran tal homenaje y no por el duelo Nacional de ver a tantos y tantas personas que van siendo eliminadas sistemáticamente por parte de los cárteles, el Ejercito, matones, y demás lacras sociales que se reparten del derecho de decidir quién vive o muere.

Doblan las campanas en Todos Santos y La Paz, al ver caer a sus hijos Jonathan y Javier Francisco bajo las balas asesinas ante el azoro de los Ciudadanos, Padres, Madres, hermanos y hermanas.

Doblan hoy, al sentir que la Justicia es letra muerta y los responsables tal vez nunca sean llevados ante el Juez y encarcelados por sus crímenes.

Para mí, hoy Doblan las Campanas por el dolor de ver como mi País y mi Ciudad, se convulsiona en una guerra que a fuerza de ser llevada al límite, solo arroja pérdidas civiles que no benefician en nada y a nadie.

Desde mi reducto o trinchera, veo y leo todos los días, a los supuestos Líderes, aquellos que nos salvarían de la barbarie, nos conducen a ella y no hay poder humano que les haga replantear y recapacitar en la futilidad de ella.

¿En dónde o que parte del camino perdimos el camino?, ¿Qué hicimos o estamos haciendo mal para merecer esto?.

Hace unos días, escribí que la solución podría ser, reconciliarnos y buscar juntos una solución a este cáncer que nos carcome a todos sin excepción, pero quién lo hará, si los supuestos líderes solo buscan su propio beneficio dejando a los remeros de esta nave que se llama México librados a su suerte sin saber en donde encallará.

¿Tenemos una visión del rumbo hacia donde nos dirigimos?, yo creo que no, lo único que me queda claro es que para donde nos llevan es un lugar tenebroso en donde nuestros hijos y la gente que queremos, muere todos los días, en donde la corrupción se apodera de todos, dejándonos solo la pregunta…”¿Por quién doblarán las campanas el día de mañana?

Nos leemos mas adelante…